El actual Gobierno de la nación, se presentó a las elecciones generales bajo el lema “súmate al cambio”.
Lo que el señor Rajoy no dijo u ocultó es lo que significaba el cambio. Ahora lo estamos viendo y sufriendo. El cambio significa la expropiación a los ciudadanos de todas las instituciones que conforman el Estado de Bienestar: Sanidad, Educación, Pensiones, Información, Negociación Colectiva.
Nos imponen el copago en la Sanidad (asistencia y farmacia), como si la factura sanitaria nos la estuviese pagando un mecenas. El gasto sanitario, como el resto de servicios públicos, se soporta con los impuestos, con lo que a los asalariados se nos retiene de la nómina, en concepto de IRPF; se paga con el ajuste que se hace entre mayo y junio de cada año sobre el ejercicio económico anterior, en la campaña de la “Declaración de la Renta”; se paga con los impuestos sobre los productos, es decir el IVA. Se paga con todas las tasas e impuestos que pagamos al Estado, más o menos gustosamente, pero que pagamos.
Pretenden por tanto que paguemos dos veces por el mismo servicio público.
En Educación, aún están por verse las concreciones de los recortes, pero como padres y madres de alumnos/as, ya vemos la rebaja en este fundamental servicio público: incrementar el número de alumnos por aula para reducir el número de profesores; incrementar las horas lectivas del profesorado es deteriorar la formación y educación de nuestros hijos e hijas.
Pagamos los impuestos, no como los defraudadores a los que el Gobierno da una amnistía fiscal. Pagamos para tener servicios públicos de calidad. No podemos consentir que se juegue con el futuro de nuestros hijos.
El Sistema de Pensiones ha sido modificado en la legislatura anterior, por la presión de los mismos mercados (bancos y especuladores, nacionales e internacionales) que ahora plantean una nueva vuelta de tuerca.
Se ataca a las Pensiones, y se engaña a nuestros padres y madres, cuando se les dice que no se congelarán sus pagas y se les sube un 1%, pero acto seguido se les incrementa el IRPF y se les pretende hacer pagar parte de los medicamentos.
El resultado es que nuestros pensionistas cobran menos que el pasado año, y tendrá que soportar gastos que hasta ahora no soportaban.
Desde hace ya mucho tiempo, se viene devaluado el derecho constitucional de los ciudadanos a una información plural y veraz. Un ejemplo de quebrantamiento de estos principios constitucionales es Telemadrid.
No es posible tener un medio de comunicación público “secuestrado” y a disposición, como herramienta publicitaria, del partido en el gobierno. Los ciudadanos no podemos renunciar a ser democráticamente informados.
Con la reforma laboral, a la que se le ha dado una contundente respuesta por los trabajadores y trabajadoras de este país en la reciente Huelga General del 29 de marzo, se ha desequilibrado peligrosamente la relación entre empresarios y trabajadores. Un desequilibrio en contra de la parte más débil.
Los convenios colectivos recogen las condiciones de vida y trabajo de los y las que vivimos de un salario. No es posible vivir en una incertidumbre permanente. Un trabajador, igual que lo demandan los inversores, tiene derecho a tener estabilidad y poder planificar su vida y la de su familia. No es posible vivir pendientes de cambios arbitrarios en el salario, la jornada e incluso el lugar de residencia.
No han terminado con las agresiones a nuestra forma de vida, anuncian recortes de derechos en todos los ámbitos. Ya preparan perseguir a los desempleados que cobran prestación, en lugar de perseguir a quienes amasan grandes fortunas en los paraísos fiscales.
Pretenden rebajar los derechos civiles, con cambios en el Código Penal, pues consideran que la resistencia pasiva es un delito.
Estas agresiones a los derechos de los trabajadores, conforman una salida a la crisis desde una óptica ideológica, propia de una minoría social que no necesita Sanidad, porque tienen médicos privados; no necesitan Educación, porque sus hijos van a colegios y universidades privadas, prohibitivas económicamente para los trabajadores no viven de una Pensión, viven de las rentas del capital, no necesitan un Convenio, porque son los empleadores. Los Medios de Comunicación sólo los quieren para hacer publicidad y vender.
Tenemos que resistir, diciendo que esta no es la salida a la crisis económica. Resistamos saliendo a la calle y diciendo “No a los Recortes”.